viernes, 1 de marzo de 2024

VISITA A LA EXPOSICIÓN DESCIFRANDO EL ANTIGUO EGIPTO: TUTANKHAMÓN




Hoy voy a hablaros de una exposición a la que asistí antes de la pandemia. Se trata de la exposición: Descifrando el Antiguo Egipto: Tutankhamón, la cual tuvo lugar en la Casa de la Ciencia en Sevilla. Fue una verdadera maravilla. En ella se nos hablaba de diferentes campos temáticos como eran la arquitectura funeraria, la escritura jeroglífica, la agricultura, la astronomía, la momificación y la medicina. Todos abordados de una forma explicativa e interactiva que nos conducía al conocimiento de cómo fue el avance de la ciencia y la cultura en el Antiguo Egipto y de su aporte al mundo. Por supuesto, su espacio estrella y protagónico estaba dedicado al gran Tutankhamón. 

Recuerdo aquella sección como si fuera hoy. Había un espacio en el que estaba representado un área de excavación con todos los utensilios que usan los arqueólogos y podías aprender a encontrar piezas bajo la arena con los pinceles. Me encantó aquella sensación. 



Después, nos encontrábamos con el diario de Howard Carter con fecha de 1922-1925. Habían elegido las partes en las que hablaba del hallazgo de la tumba de Tutankhamón en noviembre de 1922. Estaba representada la entrada de la tumba. La parte más curiosa de todas era cuando te asomabas por un pequeño orificio similar al de la mirilla de una puerta, pero un poco más grande, donde podías sentirte como el mismísimo Carter en persona cuando descubrió a través de ese agujero parte del tesoro funerario del rey Tutankhamón. Fue mágico imaginar y sentir cómo pudo haber sido aquel momento tan legendario en la historia de la Arqueología. 






Relacionado con el tema, más adelante te encontrabas con réplicas y piezas halladas en la tumba del faraón, y lo más bonito e impactante: la cámara funeraria. Te adentrabas en ella en penumbra, observando los jeroglíficos de las paredes mientras caminabas junto al sarcófago que se encontraba en el medio de la cámara. Si mirabas al techo, podías ver el sarcófago de oro que contenía a la momia del faraón a través de un espejo. Me encantó ese momento. 







Ahora, volviendo a los otros espacios temáticos de la exposición, he de decir que me fascinó el área de la momificación donde había una pantalla interactiva para aprender paso a paso cómo momificar a un cadáver del Antiguo Egipto. Recuerdo la fila de gente que había para interactuar. Fue muy educativo. De todo este proceso hablo en la última novela de la Trilogía de los enigmas: El cuaderno de Naunet cuando los protagonistas están tras la búsqueda de la tumba perdida de Imhotep y se encuentran con una Casa de la Muerte (lugar donde preparaban las momias). 




Por otro lado, también me encantó la sección de la escritura. Ver en persona los papiros con la paleta de escribas fue como vivir una escena de mi propio libro. Fue emocionante recordar cómo Alison vio esto mismo en una exposición junto a Daniel y cómo explicaba la escritura en el Antiguo Egipto en El enigma del laberinto perdido. Cuando yo escribí aquellos pasajes no había visto ninguna pieza en persona. Todo era fruto de mi investigación y las fotografías. En esta sección vi paredes repletas de jeroglíficos, la Piedra Rosetta, estatuas de escribas, etcétera. Una maravilla. 



Igual de emocionante me resultó ver en persona un Senet (juego egipcio) al que por lo visto era aficionada Nefertari. De este juego hablo en el prólogo de Legados del más allá y aún recuerdo cuánto tuve que buscar para enterarme de cómo jugaban. El Senet está asociado a la idea de que el difunto juega una partida con la muerte. Era una forma de representar el recorrido que el difunto debía hacer hasta llegar al más allá. 



Como veis la exposición para mí fue apasionante y, además, con un final inesperado que también me llevó de vuelta a mi novela Legados del más allá. En la última sala tenías que pasar ante Anubis y pesar el corazón en la balanza de Maat para ver si pasabas o no el Juicio Final. Si lo lograbas, sonaba la música de los Campos de Iaru y habías alcanzado el más allá. Si eras condenado, sonaba el rugido de Ammyt. 




Una exposición mágica que siempre llevaré conmigo. Egipto es una civilización fascinante de la que aún queda mucho por aprender, conocer y descubrir. Es por eso por lo que no descarto que en un futuro muy cercano cree una saga sobre esta impactante cultura continuando las historias de los protagonistas de la trilogía de los enigmas que tanto pedís que continúe. Siempre me resulta magnético e interesante ahondar en los enigmas de Egipto. 


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