He de decir, antes de hablaros del argumento, que Ridley recibió el premio al mejor director por este largometraje en el Festival de Cine de Oporto. La película tuvo críticas variopintas, pero una de ellas, la revista Fangoria, la elogió citando especialmente la actuación de Brendan Fraser, ¡y no es para menos! Si algo vengo yo a destacar precisamente en esta reseña es esto.
Este largometraje nos cuenta la historia de Darkly Noon (Brendan Fraser), cuyo nombre proviene de un pasaje bíblico. Es un joven extraño y reservado, que en ocasiones tartamudea, que ha pasado toda su vida siendo miembro de una secta cristiana ultraconservadora.
Después de un incidente violento en el que el culto se disuelve y sus padres mueren, Darkly, desorientado, se adentra en un bosque en la región de los Apalaches de Carolina del Norte. Es rescatado por Jude (Lore Dean), un transportador de ataúdes quien lo deja al cuidado de su amiga Callie (Ashley Judd). Ella lo cuida hasta que recupera la salud.
El conflicto surge cuando Darkly, al conocer a Callie, empieza a sentir una fuerte atracción por ella. Sin embargo, Callie, aunque parece ser una tentadora, siente ternura por él y, en cierta parte, se identifica con él en el sentido de que son criticados por ser diferentes. Darkly se siente contrariado por los sentimientos y sensaciones que Callie le despierta, pues estos suponen un pecado carnal que va contra sus principios, pero no puede evitarlo. Vive en contradicción, observando en silencio a Callie.
Todo avanza hacia el conflicto de la trama cuando Clay (Viggo Mortensen), el novio de Callie, constructor de ataúdes, regresa a casa. La frustración y agitación interna de Darkly se intensifica. Conoce por casualidad a la madre de Clay, Roxy (Grace Zabriskie) y esta le confía que desprecia la relación de su hijo con Callie y que cree que es una especie de bruja que está empeñada en destruir a su familia.
Por otro lado, Jude y Darkly se hacen amigos. Jude, siendo consciente de lo que Callie despierta en Darkly, le convence para mudarse con él.
Pero, desgraciadamente, ocurre algo inesperado. Darkly encuentra el cuerpo de Roxy que se ha suicidado. Este hecho se convierte en el detonante que nos conduce al trágico desenlace. Darkly enloquece de dolor y tiene una alucinación en la que sus padres muertos se le aparecen y le piden que mate a Callie.
Es entonces cuando Darkly, completamente desquiciado, lleno de rabia y dominado por la furia, se envuelve en alambre de púas, se pinta de rojo y se arma con uno de los cinceles de Clay. Darkly irrumpe en la casa al más puro estilo del personaje de El resplandor con la intención de asesinar a la pareja a quienes encuentra teniendo relaciones sexuales. Y… tal vez, debería dejaron con el final abierto para que quienes tengáis intención de ver la película lo descubráis por vosotros mismos.
La trama anos muestra el conflicto entre el fanatismo religioso y una vida totalmente al margen de la religión y todo lo que esta considera indigno o pecaminoso. Y en medio de todo ese caos se encuentra Darkly y la increíble y fascinante actuación de Brendan Fraser. Podemos ver a un joven actor que ya dejaba ver su versatilidad y su prometedor futuro en el mundo de la actuación. Después de haberlo visto anteriormente en papeles cómicos como Encino Man (El hombre de California) De 1992 o en papeles dramáticos donde exponía su dulzula como en School Ties (1992) o With Honors (Con Honores) de 1994, llegamos a la interpretación de este personaje tan complicado, con semejante conflicto interno. Vemos escenas con gran potencial interpretativo debido a que Darkly es un joven introvertido que tiene una peculiar forma de hablar y que, en ocasiones, son sus gestos, su comportamiento o su mirada los que lo definen. Y es que Fraser es único expresando gestualmente o con la mirada. Acostumbrados a verle gestos suaves o tiernos, aquí somos testigos de cuánto puede llegar a dar y descubrimos miradas intensas, algunas incluso aterradoras. Las escenas finales de la película son altamente perturbadoras e increíbles de ver, precisamente, porque vemos a Fraser en una tesitura nueva y sorprende. Eso está bien, eso es ser un gran actor.
Sin duda, os recomiendo la película a todos lo que tengáis la oportunidad de verla. No os dejará indiferente.
Aprovecho, además, para desearle suerte a Brendan Fraser en su próxima película Rental Family dirigida por Hikari que ha comenzado el rodaje esta semana. ¡Todo son buenos augurios para el equipo!
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