lunes, 15 de abril de 2024

¿CASUALIDAD O DESTINO?

Hoy vamos a reflexionar sobre un tema muy manido que ha suscitado múltiples pensamientos y respuestas a lo largo de los siglos desde casi el principio de la existencia humana. EL DESTINO. ¿Creéis en el destino? O ¿sois más de creer en la casualidad? ¿Son la misma cosa o coexisten teniendo puntos en común? A lo largo de los años, se han hecho miles de reflexiones sobre el tema que se han abordado en coloquios filosóficos, libros, películas y ¡hasta canciones! Es un pensamiento popular la idea de que existe un destino marcado del que no podremos escapar. De ahí frases como: “el tiempo pondrá todo en su lugar”, “delgada línea separa la coincidencia del destino”( como decían en El regreso de la momia).

Ya en antaño, los griegos nos hablaban de la inevitabilidad del destino y de la fatalidad de este en sus tragedias griegas. Tal y como ocurría, por ejemplo, en Edipo Rey de Sófocles, donde Edipo, a pesar de consultar el oráculo no pudo escapar de su terrible destino.

Hoy en día, esa idea sigue imperturbable y coexiste con la idea de que las cosas ocurren por casualidad y no porque esté prescrito. Es cierto, la casualidad existe, pero ¿hasta qué punto es todo casual? ¿ Será que lo que creemos que era casualidad debía ocurrir por muy fortuito que nos resulte? Sea como sea, soy de la misma opinión que el escritor Javier Sierra. El ve el destino como un círculo que va girando y se va completando hasta que finalmente el círculo se cierra. Es decir, que la vida está llena de señales que nos mueven hacia ciertas acciones, lugares y personas como un hilo que va tejiendo hasta llegar a su destino. Es como si cada uno viniera a cumplir una misión y esas “casualidades” te van guiando para que la descubras y llegues a tu destino. Muchas veces te perderás, incluso errarás, pero tarde o temprano el destino se encargará de conducirte adonde tienes que llegar.

En la actualidad, esta idea de destino inevitable se encuentra en el Karma, la reencarnación el contrato/pacto de almas, etc. En todas estas ideas es obvio que exista el destino, pues en todas hay un plan trazado a seguir y cumplir para el bien y aprendizaje del alma a nivel espiritual.

Suena fuerte decirlo, pero ¿no vino Jesús a la Tierra con un destino claro? Debía mostrar y enseñar el “Reino de Dios” y morir en la cruz a mano de los romanos para salvar a la humanidad.

Sea como fuere, en este plano de existencia nunca hay una seguridad absoluta y, como muchos dirían, la única certeza segura es la muerte. Solo podemos guiarnos por la intuición y el corazón; y confiar en que ellos saben el camino.


Feliz Lunes a todos.


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