viernes, 27 de septiembre de 2024

TRES GRANDES PELÍCULAS QUE ENSALZAN LA LITERATURA Y LA LECTURA

 

Hoy voy a hablaros de tres películas que ensalzan los libros y la literatura. Estas tres películas, además, son tres adaptaciones cinematográficas correspondientes a tres novelas que estuvieron triunfando en su momento. Como escritora que soy, me encantan este tipo de historias, cada una de ellas llenas de mensajes.

Os estoy hablando de La historia interminables, La princesa prometida y Corazón de tinta (Inkheart).

 


Empecemos por la primera. The NeverEnding Story (La historia interminable) (1984) una novela de Michael Ende que fue adaptada al cine dando lugar a la película de mismo nombre. Dirigida por Wolfgang Petersen, quien hizo el guion junto con Herman Weigel y Robert Easton.

La historia nos cuenta la vida del pequeño Bastián (Barret Oliver), quien hastiado de su realidad, busca un libro que lo ayude a evadirse. Bastián sufre bullying escolar y su mejor escape es refugiarse en el desván del colegio durante las horas de clase y ponerse a leer La Historia interminable. Devorado por la páginas y la historia, Bastián comienza a plantearse una serie de interrogantes, pues el libro narra la destrucción paulatina del Reino de la Fantasía.

El niño, encariñado con los personajes, en especial con Atreyu (Noah Hathaway), en quien ve un referente a seguir, su modelo ideal de como le gustaría ser, desea poder evitar la destrucción del Reino y sus personajes. La “Nada” es el enemigo. A medida que avanza en la lectura, Bastián comprende que él es la salvación y que debe entrar en el libro para salvarlos a todos. El problema es que cuanto más se adentra en el mundo de la Fantasía, más olvida el mundo real.

Finalmente, Bastián consigue equilibrar fantasía y realidad y dando nombre a la Emperatriz Infantil, logra salvarlos a todos.

 

Esta historia tiene muchísimos mensajes “ocultos” para todos aquellos que quieran leer entre líneas. Uno de los más fáciles de ver es que la literatura y la lectura pueden ayudarnos a abstraernos de una mala realidad, nos permite soñar (algo que está dejando de hacerse) y además, puede ayudarnos a encontrar en la fantasía una solución para el mundo real. La lectura de un buen libro puede envalentonarnos.

Otro mensaje es precisamente ese puente entre Fantasía y Realidad que el propio Bastián recorre para encontrarse a sí mismo, para saber qué desea ser o cuáles son sus sueños. Saber equilibrar ambos mundos es lo que nos hace “sabios”.

La historia nos habla de la destrucción de Fantasía, es decir, de la falta de creatividad, de que la gente está dejando de soñar. De ahí que la Emperatriz Infantil del Reino esté enferma y avocada a la muerte y desaparición. La “Fantasía” está en peligro, y solo aquellos que, como Bastián, sueñen y deseen crear sus propias historias pueden salvarla.

La “Nada” es la carencia de imaginación de los humanos del mundo real.

El mensaje, tal vez, más potente, es que la base para la creación es la propia realidad que no se puede ni debe olvidar. Esto está representado en el olvido que comienza a padecer Bastián, cosa que le impide crear o soñar y salvar Fantasía.

 


La siguiente película es The Princess Bride (La princesa prometida) (1987) dirigida por Rob Reiner. Es una adaptación cinematográfica de la novela con el mismo nombre de William Goldman, quien es también el guionista del largometraje.

La película, a través de la lectura llevada a cabo por un abuelo (Peter Falk) a su nieto enfermo (Fred Savaje) del libro que da título al filme, nos narra la historia de la joven Buttercup (Robin Wright), quien vive en una granja del país Florin. Su mozo de caballerizas, Westley (Cary Elwes) realiza los trabajos que ella le pide, quien disfruta molestándolo; él solo contesta «Como desees» a todo lo que ella pide; sin embargo, con el tiempo Buttercup entiende que estas palabras realmente significan «Te amo» y corresponde a su amor.

 Westley se marcha a hacer fortuna para poder casarse con ella, prometiendo volver, pero su barco es atacado por el temible pirata Roberts, un sanguinario pirata que es famoso por ser inmortal. Creyendo que Westley ha muerto, Buttercup queda con el corazón destrozado y tras algunos años acepta casarse con el príncipe Humperdinck (Chris Sarandon), heredero del trono de Florin.

Antes del día de la boda, Buttercup es raptada por un estrafalario trío de proscritos: Vizzini (Wallace Shawn), el experto espadachín español Íñigo Montoya (Mandy Patinkin) y el gigantesco luchador turco Fezzik (André el Gigante).

Mientras huyen en un velero, descubren que son perseguidos por un enmascarado vestido de negro, quien resulta ser Westley que ha regresado. Él, tras deshacerse de sus enemigos, le revela a su amada su verdadera identidad. Ambos siguen amándose como el primer día. En su huida, son capturados por el príncipe Humperdinck, quien pretende seguir con la boda a pesar de que Buttercup no lo ama.

Westley pasará una serie de peripecias para poder rescatar a su amada y terminar ambos juntos.

 

Esta historia pone en valor a la lectura. El personaje que ensalza la literatura es el del abuelo que aparece en la casa de su nieto enfermo con el libro para amenizar el tiempo de reposo en cama del niño. El niño, de la generación de las primeras Nintendo, no tiene ganas de pasar tiempo con su abuelo de cháchara y mucho menos que lo “aburra” leyéndole un libro. Ambos se enfrentan en un diálogo de valores. Su abuelo trata de convencerlo alegando que a sus hijos cuando estaban enfermos también les leía el libro y les encantaba. El abuelo alega que una buena lectura puede entretener tanto o más que un videojuego y que debería probar.

Además, se alude a que una novela romántica no tiene por qué ser una mala obra, al revés, puede llegar a ser recordada y una gran novela. Puede contener fantasía, aventuras, misterio, intriga, venganzas, y además, poner en valor el amor verdadero. El niño que no parecía convencido de escuchar una historia de amor, tras este alegato, accede, y sorprendido, termina devorado por la trama del libro y ansioso porque su abuelo le lea el libro hasta el final.

 


Y, por último, la otra película de la que quiero hablaros es Inkheart (Corazón de tinta) (2009), dirigida por Iain Softley, con guion de David Lindsay-Abaire y Gary David Goldberg. Es una adaptación cinematográfica de la novela de idéntico título escrita por Cornelia Funke.

 

El largometraje nos presenta la vida de Meggie Folchart (Eliza Bennett), una niña de 12 años, y su padre Mortimer Folchart (Brendan Fraser) quienes misteriosamente han perdido a Resha (la madre de Meggie). Solo Mortimer conoce la verdad. Él tiene un don, es un pico de oro, es decir, cuando lee libros en voz alta tiene la facultad de hacer salir a los personajes de ellos. Solo hay un pequeño problema: cuando un personaje sale de un libro, otra persona del mundo real entra en el mismo. Y es así como Resha desapareció, entrando en el mundo de Inkheart —el libro que Mortimer leyó a Meggie cuando era una infante. Desde entonces, Mortimer está buscando desesperadamente un ejemplar de Inkheart para devolver a su mujer al mundo real. Lo más grave de todo, es que de dicho libro salieron tres personajes: Dustfinger (Paul Bettany), Basta y el malvado Capricornio (Andy Serkis).

Capricornio está destruyendo todos los ejemplares de Inkheart que existen para quedarse únicamente con uno para él y sus fines maquiavélicos: sacar a la Sombra del libro y controlar así el poder sobre la encarnación del mal que es dicho personaje. Para ello, rapta a Mortimer y Meggie junto a Elinor (tía de la niña). Capricornio quiere forzar a Mortimer a leer Inkheart para que saque a la Sombra. Pero sus planes se arruinan cuando Dustfinger los ayuda a escapar del lugar donde los tiene prisioneros. Todos se ven envueltos en una gran aventura en busca de un ejemplar de Inkheart para devolver a Resha al mundo real y para devolver a Dustfinger a su mundo, pues extraña a su familia y quiere regresar.

Todo se complica cuando Capricornio descubre que Meggie tiene el mismo don que su padre y la rapta para que saque a la Sombra del libro. Mortimer y sus amigos van al rescate de su hija. Tras una batalla contra el mal, finalmente Meggie devuelve a todos los personajes extraídos de los libros a sus respectivos mundos y vuelve a reencontrarse con sus padres.

 

Esta película me encanta porque está cargada de mensajes y de significado. Tiene frases muy reseñables que declaran un intenso amor a la literatura y un respeto profundo por ella: «Desde el principio de los tiempos, los narradores de cuentos han encantado al público con sus palabras», «la palabra escrita es muy poderosa», «¡Por todas las letras del alfabeto, parece mi libro! Es como entrar en mi propia imaginación […] ¡Esto debe ser lo que se siente al dar a luz!». «A veces, invento historias […] siento que las palabras me la devuelven».

Elinor es la encarnación del lector perfecto, del verdadero amante de los libros. En boca de ella se pone muchos de los pensamientos que tenemos la gran mayoría de los autores. Ella defiende fervientemente los libros, la lectura, como un tesoro único y pelea contra los que desean destruirlos y no le dan su valía.

Mortimer y Meggie representan a los lectores imaginativos, apasionados, dotados de una facultad imaginativa tan grande que son capaces de visualizar lo que leen con tal claridad que pueden convertirlo en real, y gracias al don que tienen al leer en voz alta, pueden hacer salir personajes de los libros (es decir, pueden crear “sus propias historias”, “extraer lo que les gusta”, siempre que aprendan a controlar su don). Es algo parecido al concepto de La historia interminable.

Hay una escena que llama mucho mi atención, y que me encanta, que es cuando el autor de Inkheart, Fenoglio, conoce a Dustfinger y en su éxtasis le revela sin querer que muere al final del libro. Dustfinger se rebela encarándolo y diciéndole que él no es su Dios y que no tiene control sobre él, que no le importa el final que escribiera en su novela, ni como lo describiera porque prueba de que no lo domina es que está fuera del mundo del libro que creó; al libre albedrío. Para mí es una escena impactante que me recuerda un poco a la gran novela de Unamuno, Niebla y su concepto de Dios-Creador y el encuentro entre Dios-Criatura.

 

Y estos son algunos de los aspectos más llamativos o que más me han llamado a mí la atención de estas tres grandes películas, interpretadas por grandes actores. Podría seguir puntualizando y hablando de mil y un matices, pero no terminaría nunca.

Y hablando de actores y películas, para el año que viene se esperan varios largometrajes interesantes como los de Pressure o Sacrifice ambas protagonizadas por el anteriormente mencionado Brendan Fraser. Una de ellas por lo visto está rodándose ya, así que desde aquí mandamos los mejores deseos para que la película sea todo un éxito.

 

¡FELIZ VIERNES!


Para cualquier duda o consulta:

contactonuriaelisabeth@gmail.com

 

 

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