Hoy voy a hablaros de tres películas
que ensalzan los libros y la literatura. Estas tres películas, además, son tres
adaptaciones cinematográficas correspondientes a tres novelas que estuvieron
triunfando en su momento. Como escritora que soy, me encantan este tipo de
historias, cada una de ellas llenas de mensajes.
Os estoy hablando de La historia
interminables, La princesa prometida y Corazón de tinta (Inkheart).
Empecemos por la primera. The
NeverEnding Story (La historia interminable) (1984) una novela de Michael Ende
que fue adaptada al cine dando lugar a la película de mismo nombre. Dirigida
por Wolfgang Petersen, quien hizo el guion junto con Herman Weigel y Robert
Easton.
La historia nos cuenta la vida del
pequeño Bastián (Barret Oliver), quien hastiado de su realidad, busca un libro
que lo ayude a evadirse. Bastián sufre bullying escolar y su mejor escape es
refugiarse en el desván del colegio durante las horas de clase y ponerse a leer
La Historia interminable. Devorado por la páginas y la historia, Bastián
comienza a plantearse una serie de interrogantes, pues el libro narra la
destrucción paulatina del Reino de la Fantasía.
El niño, encariñado con los
personajes, en especial con Atreyu (Noah Hathaway), en quien ve un referente a
seguir, su modelo ideal de como le gustaría ser, desea poder evitar la
destrucción del Reino y sus personajes. La “Nada” es el enemigo. A medida que
avanza en la lectura, Bastián comprende que él es la salvación y que debe
entrar en el libro para salvarlos a todos. El problema es que cuanto más se
adentra en el mundo de la Fantasía, más olvida el mundo real.
Finalmente, Bastián consigue
equilibrar fantasía y realidad y dando nombre a la Emperatriz Infantil, logra
salvarlos a todos.
Esta historia tiene muchísimos
mensajes “ocultos” para todos aquellos que quieran leer entre líneas. Uno de
los más fáciles de ver es que la literatura y la lectura pueden ayudarnos a
abstraernos de una mala realidad, nos permite soñar (algo que está dejando de
hacerse) y además, puede ayudarnos a encontrar en la fantasía una solución para
el mundo real. La lectura de un buen libro puede envalentonarnos.
Otro mensaje es precisamente ese puente
entre Fantasía y Realidad que el propio Bastián recorre para encontrarse a sí mismo,
para saber qué desea ser o cuáles son sus sueños. Saber equilibrar ambos mundos
es lo que nos hace “sabios”.
La historia nos habla de la
destrucción de Fantasía, es decir, de la falta de creatividad, de que la gente
está dejando de soñar. De ahí que la Emperatriz Infantil del Reino esté enferma
y avocada a la muerte y desaparición. La “Fantasía” está en peligro, y solo
aquellos que, como Bastián, sueñen y deseen crear sus propias historias pueden
salvarla.
La “Nada” es la carencia de
imaginación de los humanos del mundo real.
El mensaje, tal vez, más potente, es
que la base para la creación es la propia realidad que no se puede ni debe
olvidar. Esto está representado en el olvido que comienza a padecer Bastián,
cosa que le impide crear o soñar y salvar Fantasía.
La siguiente película es The Princess
Bride (La princesa prometida) (1987) dirigida por Rob Reiner. Es una adaptación
cinematográfica de la novela con el mismo nombre de William Goldman, quien es
también el guionista del largometraje.
La película, a través de la lectura
llevada a cabo por un abuelo (Peter Falk) a su nieto enfermo (Fred Savaje) del
libro que da título al filme, nos narra la historia de la joven Buttercup
(Robin Wright), quien vive en una granja del país Florin. Su mozo de
caballerizas, Westley (Cary Elwes) realiza los trabajos que ella le pide, quien
disfruta molestándolo; él solo contesta «Como desees» a todo lo que ella pide;
sin embargo, con el tiempo Buttercup entiende que estas palabras realmente
significan «Te amo» y corresponde a su amor.
Westley se marcha a hacer fortuna para poder
casarse con ella, prometiendo volver, pero su barco es atacado por el temible
pirata Roberts, un sanguinario pirata que es famoso por ser inmortal. Creyendo
que Westley ha muerto, Buttercup queda con el corazón destrozado y tras algunos
años acepta casarse con el príncipe Humperdinck (Chris Sarandon), heredero del
trono de Florin.
Antes del día de la boda, Buttercup
es raptada por un estrafalario trío de proscritos: Vizzini (Wallace Shawn), el
experto espadachín español Íñigo Montoya (Mandy Patinkin) y el gigantesco
luchador turco Fezzik (André el Gigante).
Mientras huyen en un velero,
descubren que son perseguidos por un enmascarado vestido de negro, quien
resulta ser Westley que ha regresado. Él, tras deshacerse de sus enemigos, le
revela a su amada su verdadera identidad. Ambos siguen amándose como el primer
día. En su huida, son capturados por el príncipe Humperdinck, quien pretende
seguir con la boda a pesar de que Buttercup no lo ama.
Westley pasará una serie de
peripecias para poder rescatar a su amada y terminar ambos juntos.
Esta historia pone en valor a la
lectura. El personaje que ensalza la literatura es el del abuelo que aparece en
la casa de su nieto enfermo con el libro para amenizar el tiempo de reposo en
cama del niño. El niño, de la generación de las primeras Nintendo, no tiene
ganas de pasar tiempo con su abuelo de cháchara y mucho menos que lo “aburra”
leyéndole un libro. Ambos se enfrentan en un diálogo de valores. Su abuelo
trata de convencerlo alegando que a sus hijos cuando estaban enfermos también
les leía el libro y les encantaba. El abuelo alega que una buena lectura puede
entretener tanto o más que un videojuego y que debería probar.
Además, se alude a que una novela
romántica no tiene por qué ser una mala obra, al revés, puede llegar a ser
recordada y una gran novela. Puede contener fantasía, aventuras, misterio,
intriga, venganzas, y además, poner en valor el amor verdadero. El niño que no
parecía convencido de escuchar una historia de amor, tras este alegato, accede,
y sorprendido, termina devorado por la trama del libro y ansioso porque su
abuelo le lea el libro hasta el final.
Y, por último, la otra película de la
que quiero hablaros es Inkheart (Corazón de tinta) (2009), dirigida por Iain
Softley, con guion de David Lindsay-Abaire y Gary David Goldberg. Es una
adaptación cinematográfica de la novela de idéntico título escrita por Cornelia
Funke.
El largometraje nos presenta la vida
de Meggie Folchart (Eliza Bennett), una niña de 12 años, y su padre Mortimer
Folchart (Brendan Fraser) quienes misteriosamente han perdido a Resha (la madre
de Meggie). Solo Mortimer conoce la verdad. Él tiene un don, es un pico de oro,
es decir, cuando lee libros en voz alta tiene la facultad de hacer salir a los
personajes de ellos. Solo hay un pequeño problema: cuando un personaje sale de
un libro, otra persona del mundo real entra en el mismo. Y es así como Resha
desapareció, entrando en el mundo de Inkheart —el libro que Mortimer leyó a Meggie
cuando era una infante. Desde entonces, Mortimer está buscando desesperadamente
un ejemplar de Inkheart para devolver a su mujer al mundo real. Lo más grave de
todo, es que de dicho libro salieron tres personajes: Dustfinger (Paul Bettany),
Basta y el malvado Capricornio (Andy Serkis).
Capricornio está destruyendo todos
los ejemplares de Inkheart que existen para quedarse únicamente con uno para él
y sus fines maquiavélicos: sacar a la Sombra del libro y controlar así el poder
sobre la encarnación del mal que es dicho personaje. Para ello, rapta a
Mortimer y Meggie junto a Elinor (tía de la niña). Capricornio quiere forzar a
Mortimer a leer Inkheart para que saque a la Sombra. Pero sus planes se arruinan
cuando Dustfinger los ayuda a escapar del lugar donde los tiene prisioneros.
Todos se ven envueltos en una gran aventura en busca de un ejemplar de Inkheart
para devolver a Resha al mundo real y para devolver a Dustfinger a su mundo,
pues extraña a su familia y quiere regresar.
Todo se complica cuando Capricornio
descubre que Meggie tiene el mismo don que su padre y la rapta para que saque a
la Sombra del libro. Mortimer y sus amigos van al rescate de su hija. Tras una
batalla contra el mal, finalmente Meggie devuelve a todos los personajes extraídos
de los libros a sus respectivos mundos y vuelve a reencontrarse con sus padres.
Esta película me encanta porque está
cargada de mensajes y de significado. Tiene frases muy reseñables que declaran
un intenso amor a la literatura y un respeto profundo por ella: «Desde el
principio de los tiempos, los narradores de cuentos han encantado al público
con sus palabras», «la palabra escrita es muy poderosa», «¡Por todas las letras
del alfabeto, parece mi libro! Es como entrar en mi propia imaginación […] ¡Esto
debe ser lo que se siente al dar a luz!». «A veces, invento historias […]
siento que las palabras me la devuelven».
Elinor es la encarnación del lector
perfecto, del verdadero amante de los libros. En boca de ella se pone muchos de
los pensamientos que tenemos la gran mayoría de los autores. Ella defiende
fervientemente los libros, la lectura, como un tesoro único y pelea contra los
que desean destruirlos y no le dan su valía.
Mortimer y Meggie representan a los
lectores imaginativos, apasionados, dotados de una facultad imaginativa tan
grande que son capaces de visualizar lo que leen con tal claridad que pueden
convertirlo en real, y gracias al don que tienen al leer en voz alta, pueden
hacer salir personajes de los libros (es decir, pueden crear “sus propias
historias”, “extraer lo que les gusta”, siempre que aprendan a controlar su
don). Es algo parecido al concepto de La historia interminable.
Hay una escena que llama mucho mi
atención, y que me encanta, que es cuando el autor de Inkheart, Fenoglio,
conoce a Dustfinger y en su éxtasis le revela sin querer que muere al final del
libro. Dustfinger se rebela encarándolo y diciéndole que él no es su Dios y que
no tiene control sobre él, que no le importa el final que escribiera en su
novela, ni como lo describiera porque prueba de que no lo domina es que está
fuera del mundo del libro que creó; al libre albedrío. Para mí es una escena
impactante que me recuerda un poco a la gran novela de Unamuno, Niebla y su
concepto de Dios-Creador y el encuentro entre Dios-Criatura.
Y estos son algunos de los aspectos
más llamativos o que más me han llamado a mí la atención de estas tres grandes
películas, interpretadas por grandes actores. Podría seguir puntualizando y
hablando de mil y un matices, pero no terminaría nunca.
Y hablando de actores y películas, para
el año que viene se esperan varios largometrajes interesantes como los de Pressure
o Sacrifice ambas protagonizadas por el anteriormente mencionado Brendan
Fraser. Una de ellas por lo visto está rodándose ya, así que desde aquí
mandamos los mejores deseos para que la película sea todo un éxito.
¡FELIZ VIERNES!
Para cualquier duda o consulta:
contactonuriaelisabeth@gmail.com
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