Hoy quiero hablar de un tema delicado del que la mayoría de
la gente no toma verdadera conciencia: LA PIRATERIA.
La piratería ha hecho y sigue haciendo mucho daño. En el
ámbito de la música, por ejemplo, ha provocado la casi desaparición de los CD y
se ha optado por la digitalización y el single a single, lo cual es una
verdadera pena. ¿Dónde quedan aquellos tiempos en los que ibas ilusionada a una
tienda de música a comprar el CD de tu cantante favorito?
Y ahora lanzo la pregunta: ¿Nadie se ha parado a pensar que
consiguiendo el CD gratuitamente está acabando con la carrera de ese cantante?
En todo negocio lo que tienen en cuenta son los números. Si
hay menos ventas, hay menos recaudación y de ahí a los “despidos” hay un paso,
¿verdad?
Lo mismo ocurre con el mundo del cine. Resulta que el éxito
de una película depende en parte de la taquilla que tenga. Si resulta que la
gente puede conseguir la película gratis y verla en casa, no va al cine. Esto
ha derivado en la quiebra y cierre de muchos cines. Es una lástima porque como
ver un estreno en una sala de cine no hay nada. Es algo emocionante y mágico.
Además, para colmo, al igual que con los CD de música, los DVD no se publican
tanto como antes o, al menos, no hay tantas tiendas físicas especializadas que
los vendan. Se tiende a plataformas online o a tiendas de grandes superficies
donde se les dedica un pequeño espacio.
Particularmente, me
encantaba ir a una tienda y pasear entre estanterías de películas y elegir
cuidadosamente la que quería comprar. Seré nostálgica y algunos me tacharan de “antigua”,
pero así lo siento. Muchos se escudan en que la digitalización es mejor porque
permite ahorrar espacio en casa. No digo que no sea cierto y conveniente, pero
también ha contribuido a la piratería. La ha facilitado mucho.
Por supuesto, los peor parados en este tema somos los
escritores. Con el gran invento del libro digital se ha llamado por megafonía a
todos los piratas para que acudan a la función. Parece ser que el mundo se
empeña en que, lo que podría ser un buen invento, como por ejemplo pasa con la
Inteligencia Artificial, a la larga sea perjudicial por culpa de un mal uso.
Muchas librerías han tenido que cerrar debido a sus bajas
ventas.
Algo bastante denunciable y que apela a la conciencia de
todos es ver al entrar en las redes sociales grupos de Facebook donde se pasan
de unos a otros libros pirateados en PDF, y lo más grave aún es que encima hay
gente que cobra dinero por piratear el libro que le pidan. Es insultante que
haya gente que pague por un libro pirata. Los libros electrónicos, en especial
los de gente no muy conocida, se venden a precios irrisorios y las regalías que
se obtienen no remuneran ni la mitad del trabajo y esfuerzo que se ha hecho durante
todo el proceso de creación del libro.
En este sentido me incluyo y me sumo a la voz de todos los
escritores que autopublicamos y que pedimos ser respetados y valorados por
nuestro trabajo. Sí, el cine, la música, la escritura y el arte, en general,
son también trabajos, no hobbies. ¡Sean conscientes, por favor! Piensen por un
momento en la pasión que siente por su trabajo un médico, un profesor, un
panadero… e imaginen que al final de mes nadie les paga.
Alternativas: Si no quieren o no pueden comprar una película,
véala en cualquier plataforma digital o sáquela de la biblioteca. Si no puede
permitirse comprar música, escúchela en Spotify o en la páginas de YouTube del
propio cantante. Si no puede permitirse comprar un libro sáquelo o léalo en la
biblioteca. De esta manera, todos serán remunerados en cierta medida. Los
escritores no, pero, al menos, no contribuirán a que la piratería se extienda.
Dicho esto: ¡NO A LA PIRATERÍA!
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