¡Hola a tod@s! Sé que os tengo muy
abandonados últimamente, pero el curso de guion ha sido absorbente en estos dos
últimos meses. Por eso mismo, me paso por aquí para deciros que mis estudios
están llegando a su fin y que, a partir de ahora, volveré a publicar más de
seguido. Estos días he tenido que hacer el pitch de mi proyecto y el examen
final y aunque ha sido estresante, también ha sido muy gratificante. Me quedo
con ganas de más, la verdad. Así que, no tardaré mucho en volver a la carga,
pero antes, me daré un pequeño descanso.
Tengo muchos proyectos en mente y
tengo que organizarme, entre ellos, la novela que os dije.
En este curso he tenido compañeros de
diferentes vertientes del mundo del cine y si en algo te hace pensar la vida,
es en lo difícil que es llegar a lograr lo que sueñas y aún más mantenerse en
ese sueño. Te das cuenta de que el saber no ocupa lugar y que cuanto más amplio
sea tu campo, más posibilidades tendrás de estar trabajando “siempre”. Es una
cuestión que siempre he tenido presente, de hecho, en mi carrera literaria es
algo patente. Esto es “la sombra” del creativo, esa incertidumbre que te
acompaña a cada paso. Es tan agotador como mágico. “Agotador” porque nunca
sabes cuándo puede terminar todo o empezar y mágico porque disfrutas y eres
feliz con lo que haces. Es como montarte en una montaña rusa que nunca se
detiene. Por eso, nunca puede faltar la fe ni aliarse con la desesperación.
Estos días suena mucho una canción en
la radio que me encanta y creo que es perfecta para animar a tod@s los que nos hemos
sentido así alguna vez. La comparto con vosotros. Se trata de We pray
de Coldplay. Es una canción preciosa que insta a la oración y a tener
fe. Y es que, como suele decirse, la fe mueve montañas. No perdáis la fe.
Para
cualquier duda o consulta:
contactonuriaelisabeth@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario