domingo, 1 de octubre de 2023

LA VIDA DEL CREATIVO

Hoy me desperté con las ganas de hacer una reflexión sobre la vida de las personas creativas (todas aquellas mentes especiales que dedican su vida a trabajar en una o varias de las diversas ramas que ofrece la creatividad: escritores, actores, cantantes, pintores, fotógrafos, etcétera).

Muchas personas piensan que el trabajo creativo solo es un hobby, un entretenimiento, un placer. Yo, como escritora que soy, podría contestarles de este modo: 


Sí, es un placer. El placer que puede sentir cualquier persona por trabajar en algo que realmente le apasiona, le gusta, le llena. Pero no todo es maravilloso, también tiene su parte negativa y sus inconvenientes. Entregarse a la creatividad y vivir de ella requiere de muchos sacrificios que no todo el mundo entiende y valora. Por ejemplo, en mi caso, como escritora tengo que pasar horas, semanas y hasta meses investigando (ya sean datos históricos, enigmas, lugares, etcétera) para luego pasar meses fraguando la base de lo que se convertirá en una novela. Durante todo ese tiempo de trabajo, muchas veces tengo que aislarme, buscar un sitio silencioso donde poder divagar e idear argumentos. Después, cuando comienza el proceso de escritura, puedo pasar un mes o más escribiendo cada día, cada hora sin parar, solo haciendo pausas para comer y lo indispensable. Un creativo tiene que renunciar muchas veces a la diversión, a pasar tiempo con sus seres queridos y, en cierta parte, ve la vida pasar rápido antes sus ojos con la sensación de que se le escapan unas cuantas de cosas sin poder evitarlo, pero es el alto precio a pagar. Eso sin hablar de que, por desgracia, el trabajo de una persona creativa no es estable o no suele serlo y, para colmo de males, en una gran mayoría de los casos su trabajo depende del público, de la fama. Ello conlleva a que muchos desarrollemos en algún momento de nuestra vida miedos o inseguridades contra las que hay que batallar. No es nada fácil la vida de un creativo, pero la pasión que se siente por el amado trabajo es suficiente para seguir desempeñándolo a pesar de las piedras en el camino, de las críticas, de los fracasos o de que, en ocasiones, no se cobre ni un euro. La necesidad de crear constantemente es, al final, mucho más fuerte que toda la parte negativa del trabajo y el placer de ver una obra terminada y bien hecha no puede arrebatártelo nadie. 


Así que, si eres un genio creativo, ¡no te rindas nunca! Lucha por hacerte un hueco, por que se reconozca tu trabajo, por ganarte la vida haciendo lo que amas. ¡Inténtalo todo hasta que no queden más posibilidades! 


Yo en mitad del proceso creativo de la última parte de la trilogía.



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