Hoy hace un año que mi novela “El enigma del laberinto
perdido” salió a la luz. Es increíble cómo pasa el tiempo. Parece mentira que
con lo que me costó que todo saliera adelante, hoy esté ahí físicamente. Los
meses y meses de investigación, las miles de horas de corrección, de revisión,
de releer y encajar las piezas, el cansancio de pensar qué hacer con ella y cómo,
buscar una correctora profesional, trámites de maquetación, la portada, el
marketing, el book tráiler… Una lista infinita de acciones que se
materializaron en lo que hoy es el ejemplar de mi novela. Quiero agradecer
antes de nada a Escritores.org , donde además cursé un curso de Formación de
correctores, por su labor en todo el proceso de elaboración de mi libro. Por
supuesto, a mi correctora, Mercedes Tabuyo, por ayudarme a pulir mi obra.
Todo empezó cuando decidí entrar a estudiar en la Escuela de
Escritores de Madrid un año antes, donde publiqué mi primer relato en una
compilación de alumnos de la misma. Mi profesor y compañeros me dieron las fuerzas
necesarias para lanzarme en esta aventura. Miro hacia atrás y aún recuerdo la
emoción que sentí cuando imprimí la novela terminada para llevarla al registro
de la Propiedad Intelectual. Me sentía como en un cuento de hadas, estaba
realizando mi sueño. No sabía que después vendrían tantas vivencias bonitas
dentro de un mar de altibajos. No es fácil darse a conocer y mucho menos
mantenerse. Entre ellas me quedo con mi primera entrevista en el periódico HOY,
una experiencia que no olvidaré gracias a Marta Perez Guillén que además me
hizo sentirme como en casa a pesar de ser la primera vez que me enfrentaba a
algo así. Fue un placer compartir con ella aquel rato hablando sobre mi novela.
Tampoco puedo olvidar como mi pueblo, Sotoserrano, el pueblo de mi padre, se
volcó en apoyarme. Estoy muy agradecida a tod@s y lo guardo como un gran
recuerdo.
Por último, el gran recuerdo de este año como escritora novel
es mi presencia en la Feria del Libro de Mérida. Fue un día mágico que no
olvidaré gracias a la Delegación de Cultura y a todos los que asististeis. Fue
como vivir dentro de un sueño. Gracias por confiar en mí y brindarme esa
oportunidad, Juani y Pepe.
Para finalizar, quiero agradecer el apoyo que he recibido de
mis familiares y amigos, que como suelen decir, verdaderos amigos se cuentas
con los dedos de una mano y yo por suerte, puedo contarlos. En especial, a mis
padres, sin vosotros nada de esto sería posible. Os quiero.